CARTA DE FEDERICO A M. ALMAGRO 15

TRANSCRITO: EVA PADILLA
A MELCHOR FERNÁNDEZ ALMARGO (15)

[Granada, octubre de 1923]

Queridísimo Melchor: Estoy entre tareas literarias agradables y desagradables. Trabajo casi todo el día en la obra poemática que hago con Falla y creo que pronto estará terminada para poder segui mi Marianita. Quisiera publicar mis Suites, pues estoy que ya no puedo más. Escríbeme contándome cosas. Quiero también terminar mi poema “Recreo del niño loco y el pájaro sin nido...; en fin, ¡cuántas cosas hay que hacer!

Te agradezco tu artículo [“El mundo lírico de G.L.” España (Madrid), 1923], ¡no te puedes imaginar!

La “Suite del Regreso” es larga, pero te mando los espejillos más delicados que tiene.

Yo vuelo

por mis alas.

¡Dejadme volver!

Quiero morirme siendo

amanecer.

¡Quiero morirme siendo

ayer!

Yo vuelvo

por mis alas.

¡dejadme retornar!

Quiero morirme siendo

manantial.

Quiero morirme fuera

de la mar.

Quiero volver a la infancia

y de la infancia a la sombra.

¿Te vas ruiseñor?

Vete.

Quiero volver a la sombra

y de la sombra a la flor.

¿Te vas aroma?

Vete.

Quiero volver a la flor

y de la flor

a mi corazón [...]

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ROSA DE LOS VIENTOS

TRANSCRITO POR: AYNOHA PEÑA

A MELCHOR FERNÁNDEZ ALMAGRO (3)

[Asquerosa, agosto de 1921]

Querido Melchorito:

¡Ahora sí que te llamo pérfido! No me has contestado... ¿Es que estás malo?

No sabes lo que me gustaría que me escribieses largo y tendido hablándome de muchas cosas... ¿Por qué no de nuestra (¡nuestra!) revista? Yo me voy a Madrid el día 25 ó 26 de septiembre y tenemos que formar un grupo de amigos buenos y decididos que, queriéndonos mucho (como pasa en el Rinconcillo), hagamos algo serio. Yo este año estoy inquietísimo; yo no puedo soportar ni un minuto más estar aquí y necesito volar, volar, muy lejos... y, sobre todo, actuar de una manera digna en ese cachupinesco y absurdo Madrid. La Revista (con letra mayúscula) hay que hacerla... Sacaremos dinero de donde podamos, pero ¡hay que hacerla! ¿Vamos a realizar aquello que pensábamos del repique? Y, sobre todo, hay que dar unos cuantos palitos a la Mariana. ¡Ya sabes tú quién es la Mariana! Creo que podemos contar (aparte del gobernador) con todos los mejores y algunos peores que son bastante simpáticos.

Yo empiezo a trabajar y estoy haciendo unas prosas mal escritas seguramente, pero llenas de esperanza. En verso estoy escribiendo unas <historietas del viento>.... ¡Ya veremos!.... Pero ¡qué admirable y qué lleno e perspectivas está el viento!
Ahí van dos regalitos (¡dos buñuelos de viento!):

ROSA
¡Rosa de los vientos!

(Metamorfosis
del punto negro.)

¡Rosa de los vientos!

(Punto florecido
Punto abierto.)

Y este otro:
ESCUELA

MAESTRO
¿Qué doncella se casa
con el viento?

NIÑO
La doncella de todos
los deseos.

MAESTRO
¿Qué le regala
el viento?

NIÑO
Remolinos de oro
y mapas superpuestos.

MAESTRO
¿Ella le ofrece algo?

NIÑO
Su corazón abierto.

MAESTRO
Decid cómo se llama.

NIÑO
Su nombre es un secreto.

(La ventana
del colegio
tiene una cortina
de luceros.)

¿Qué te parece?... Pues hay muchas cosas más, y si tú no eres un pérfido y suave como la onda y me contestas a vuelta de correo, yo te enviaré muchísimos versos que tiene lo bonito de estar inéditos para todo el mundo menos para ti.
Estoy en el campo gozando de la Naturaleza y oyendo a los inmortales grillos afila sus dos laminillas de oro.
Oye: ¿Y Ciria el apolíneo? Dile, si está en Madrid, que me escriba.
A todos los amigos que te encuentres les saludas de mi parte si preguntan por mí.
Al gran Ramón [Gómez de la Serna], le das muchos recuerdos.
Para ti un abrazo de

FEDERICO

Estoy en Asquerosa (le hemos variado el nombre por Pinos Puente).

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MARIANA PINEDA

Transcrito: Celia García.

A MELCHOR FERNÁNDEZ ALMAGRO (14)

[Dibujo: Mariana Pineda]

[Asquerosa, septiembre de 1923.]

Queridísimo Melchorito:

Marianita, está en su casa de Granada, medita si borda o no borda la bandera de la Libertad. Por la calle pasa un hombre vendiendo <<alhucema fina de la sierra>> y otro <<naranjas, naranjitas de Almería>>, y los árboles recién plantados de la Placeta de Gracia saben ya, por los pájaros y por el pino del seminario, que un romance trágico y lleno de color ha de dormirlos en las noches del plenilunio turquesa de la vega. ¡ Si vieras qué emoción tan honda me tiembla en los ojos ante la Marianita de la leyenda!... Desde niño estoy oyendo esa estrofa tan evocadora de

Marianita salió de paseo

y a su encuentro salió un militar...

Vestida de blanco, con el cabello suelto y un gesto melodramático hasta lo sublime, esta mujer ha paseado por el caminillo secreto de mi niñez con un aire inconfundible. Mujer entrevista y amada por mis nueve años, cuando yo iba de Fuente Vaqueros a Granada en una vieja diligencia, cuyo mayoral tocaba un aire salvaje en su trompeta cobre. Si tengo miedo de hacer este drama, es precisamente por enturbiar mis recuerdos delicadísimos de esta viudita rubia y mártir.

¿Qué me aconsejas tú? Yo, quiero hacer un drama procesional..., una narración simple y hierática, rodeada de evocaciones y brisas misteriosas, como una vieja madonna con su arco de querubines.

Una especie de cartelón de ciego estilizado. Un crimen, en suma, donde el rojo de la sangre se confunda con el rojo de las cortinas. Mariana, según el romance y según la poquísima historia que la rodea, es una mujer pasional hasta sus propios polos, una posesa, un caso de amor magnífico de andaluza en un ambiente extremadamente político ( no sé si me explico bien ). Ella se entrega al amor por el amor, mientras los demás están obsesionados por la Libertad. Ella resulta mártir de la Libertad, siendo en realidad (según incluso lo que se desprende de la historia) víctima de su propio corazón enamorado y enloquecido.

Es una Julieta sin Romeo y está más cerca del madrigal que de la oda. Cuando ella decide morir, está ya muerta, y la muerte no la asusta lo más mínimo. El último acto ella estará vestida de blanco y toda la decoración en este mismo tono. Ni el romance ni la historia me vedan en absoluto que yo piense así... Es más: mi madre me ha dicho que estas cosas se susurraron por Granada. Me gustaría que conocieras el argumento y la división de las escenas. Escríbeme en seguida. Mañana me voy a Granada. Dirige allí tus cartas.

Vi lo que D'Ors dice de mí. ¡Muy gracioso!

Adiós. Recibe un abrazo de tu poeta y amiguísimo

FEDERICO.

Que me contestes largamente.

En Granada te giraré.

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CARTA DE FEDERICO A MELCHOR FERNÁNDEZ ALMAGRO.

TRANSCRITO: LUCÍA UREÑA ARROYO.

A MELCHOR FERNÁNDEZ ALMAGRO (1)

[Membrete:] Residencia de Estudiantes. Pinar, 15. Madrid]

[Asquerosa, junio de 1921]

Queridísimo Melchorito:

Desde este retiro en medio de la vega me acuerdo de ti con un afecto profundo del que no debes dudar.

Cuando llegué no puedes figurarte la alegría tan grande que me causó ver la vega temblorosa bajo un delirio de neblina azul... y sentía (puedes creerlo) verdadero horror al acordarme de cosas tan terribles como Calle Arenal, Pardiñas.

Creo que mi sitio está entre estos chopos musicales y estos ríos líricos que son un remanso continuado, porque mi corazón descansa de una manera definitiva y me burlo de mis pasiones que en la torre de la ciudad me acosan como un rebaño de panteras.

Asquerosa es uno de los pueblos más lindos de la vega por lo blanco y por la serenidad de sus habitantes.

Yo estoy muy contento rodeado de mi familia, que tanto me quieren, y trabajo mucho y con provecho. ¡Me van gustando mis poemas!

Aún no se a dicho nada de mi libro, y creo que es porque no los han terminado de mandar, pues ¡ayer! Llegaron a Granada los primeros.

Me gustaría y te agradecería en el alma, que hicieses un artículo en Granada, pues yo no se lo pienso dar a nadie, y nadie excepto tú puede hablar de mis versos con un sentimiento hondo. Esto espero que lo harás.

Si ves a Mora le dices que estoy enamorado de Marichu Zamora y que guardo en mi pecho el jeroglífico inocente de sus risitas.

Espero que me escribirás en seguida, pues quiero cartearme contigo este verano para ir organizando la Revista, que tanta ilusión tengo puesta en ella.

En mi casa se acuerdan con muchísimo cariño de Mora; díselo y que enseguida que me conteste le escribiré.

No puedes figurarte como te quiere mi tío Enrique y la gana que tiene de verte. ¡Admiradores así hay pocos, Melchorcito!

Muchos recuerdos de mi padre y hermano y para ti un gran abrazo de este poeta que te quiere.

FEDERICO

Señas: Asquerosa (Pinos Puente)

Adiós y ¡Viva el Alte!

Estoy empezando a parir <<La muerte del Dauro>>.

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ADHESIÓN A LAS DOMINICALES DESDE ASQUEROSA.

LAS DOMINICALES
Del Libre Pensamiento
MADRID,Sábado, 12 de Julio de 1889

Adhesiones

Asquerosa (Pinos Puente) 9 Julio 1889.
Sr. D. Ramón Chies y Demófilo.

El temor fundado de que no llegase un solo número a mis manos, me abstiene de suscribirme a su hermoso semanario; pero no por eso dejo de leerle, de hallarme absolutamente conforme con sus doctrinas político religiosas, y de enviarles a ustedes mi entusiasta aplauso y mi fervorosa adhesión. Mi corazón se alza a los más nobles y generosos sentimientos cada vez que leo Las Dominicales, y me parece en ellas la República, no una institución política, sino la propia religión de la verdad. Federal de toda la vida, felicita a la prensa por su admirable obra de la coalición. -José Daza Fernández.

TRANSCRITO POR: Aynoha Peña

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Carta de Federico García Lorca a Pepín Bello.

Transcrito por: MARGARITA GARCIA JIMENEZ

A JOSÉ BELLO (1)

[Asquerosa, julio de 1925]

Querido Pepín:

Estoy en un cortijo de mi padre que se llama Daimuz donde nació el caballero imponderable de Paquito (…) Néstor me había hecho la maleta.
¡Qué maravilla! Cuando llegué a casa, todo el mundo estaba asombrado. Todo tan dobladito y tan bien puesto. Me dijo: “Yo en esta maleta tuya metería una casa entera”.
Pepín, ¿que recuerdo como un ave medio viva, medio soñada, te trae esta foto oriental de mi “vera efigie”?¿Que te recuerda cuando me hiciste la foto?¿No ves en la blanca pared colgado tu reloj de pulsera?¿No ves tu famosa manta a cuadros?
Dentro de poco me voy a Málaga a bañarme en la “má”. Escríbeme allí. Por los desfiladeros de la amistad.

FEDERICO
Director máximo del hospicio
de Valencia y subsecretario
general de expósitos.

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